, escolta de la Zona B, salieron decididos en busca de la Final. La lluvia hizo más veloz el traslado del balón y por eso cada centro rasante desde las bandas, se transformó en un arma peligrosísima. Así llegaron los goles en la etapa inicial y fue
La T no se demoró en reaccionar y haciendo gala de su movilidad de tres cuartos para arriba, comenzó a desorientar la última línea Fortinera. Y así marcó dos goles calcados: centro atrás de su lateral derecho, Adrián Schott, y certeras apariciones de Favio Cabral para el 1-1 y Mamani para ponerse en ventaja. En 33 y de mano, los cordobeses daban vuelta el asunto.
Decidido a buscar el empate, sin tanto fútbol fútbol pero con ganas, así salió
El Fortín. La jerarquía de
Talleres, equipo con varios jugadores que militan en
Reserva, se vio en la primera etapa pero también en el inicio del complemento.
Los de Bravo encontraron algo de paz con el ingreso de
Nadir Hadad en lugar de
Taverna (dejó el campo con un corte en la cabeza), lo que significó que el equipo quedara con línea de 3 defensores atrás. Recién pasados los 20 minutos, el local empezó a pisar el área y tras un gran pase de
Coronel,
Nazareno Romero sacó un disparo cruzado que por poco no fue gol. En la acción siguiente, a los 23, otra vez el Topo y sus pases quirúrgicos, pusieron a definir a
Hadad pero el balón dio en el palo, sin embargo tras el rebote,
Agustín Mulet controló y definió alto para el 2-2.
La lluvia caía de manera copiosa y el campo de juego se prestaba a la fricción. Tras la igualdad, la T volvió a pararse en campo rival y de acercaba con peligro al área de Facundo Perrone. Por su parte Vélez, en el último tramo de la segunda etapa, recuperó su memoria futbolística y redondeó un gran complemento. No sólo por haber alcanzado el empate, también porque casi lo gana luego de un centro rasante que no llegó a conectar ningún pie Fortinero. Consumada la igualdad, el encuentro debía continuar en tiempo suplementario para dirimir un ganador.
Fue un tiempo para cada uno y en el suplemento, imperó el equilibrio. No hubo acciones de mayor peligro en los 30 minutos adicionales, salvo un cabezazo en el travesaño de
Tobías Zárate que por poco no depósito a
Vélez en la Final cuando se agotaba el tiempo de juego.
Pitazo final y a definir desde los 12 pasos.
Pero desde esa vía, un karma envuelve al Fortín desde hace mucho tiempo. Y sus inferiores no son la excepción. Se impuso la T 5-4. Por Vélez convirtieron Zárate, Coronel, Villalón y Guariglia, pero falló Adrián Campos desviando por arriba del travesaño su disparo.
Valorable esfuerzo de un equipo que dejó todo en la cancha con la mira en un objetivo, que remontó un resultado adverso, y solo claudicó en la lotería de los penales. La Cuarta cierra con desazón un muy buen año y con valores afirmados con proyección de Primera.