Junta Histórica

Rugilo, un coloso del arco

Este 19 de enero hubiera cumplido 101 años Miguel Rugilo, uno de los grandes arqueros de la historia del Fortín. Alguien cuya figura trascendió fronteras y que con sus actuaciones instaló la marca Vélez en el concierto futbolístico internacional.

Adiestrado en el semillero del Fortín, debutó en la primera categoría del futbol argentino el 27 de noviembre de 1938 cuando por la 31ª fecha del Torneo Vélez arrasó por 6 a 0 a Almagro en el viejo escenario de la calle Basualdo.

Recién pudo afirmarse como dueño del arco en 1942 y fue pieza fundamental para el regreso de nuestra Institución a la primera división (1943).

Rugilo, propietario de un físico exuberante, escribió en su legajo varias leyendas que el tiempo y la memoria colectiva se han encargado de agigantar.

En 1943 se convirtió en el primer guardameta criollo en desviar dos penales en un encuentro. Quien no pudo vulnerar la resistencia de su intimidante figura fue el delantero Catenazzi de Talleres de Remedios de Escalada. Reiteró la proeza en 1950 al contenerles dos remates desde el punto del penal a los riverplatenses Luis Castro y Félix Loustau por la 30ª jornada del certamen. Ya en 1949 se había convertido en un especialista en este rubro al detener cinco penales en cinco capítulos consecutivos Higinio García (Racing), Isaac Scliar (Boca), Aradanza (Ferro), Santiago Vernazza (Platense) y Juan José Pizzutti (Banfield).

Integrante junto a Huss y Allegri de un terceto defensivo inolvidable en el periplo futbolístico del Club, el usuario de unos bigotes de diseño muy particular se metió en la bibliografía grande del balompié nacional defendiendo la casaca albiceleste. El 9 de mayo de 1951 nuestro portero fue tapa de todos los diarios del planeta, merecida recompensa a una actuación descomunal en Wembley, la Meca del fútbol, en un duelo amistoso entre el Seleccionado Argentino y su par inglés. Por tamaño desempeño el relator Luis Elías Sojit lo bautizó con un mote que sería una dorada cucarda que lo acompañaría y le daría orgullo durante toda su vida ?El León de Wembley?.

Miguel Rugilo custodió los postes de Vélez en 264 compromisos entre 1938 y 1952. Falleció el 16 de septiembre de 1993. Ese día se subió definitivamente al podio de los grandes arqueros velezanos.