La Quinta se coronó este sábado ante Banfield tras igualar 3-3. Con un juego ofensivo bien marcado y la valla menos vencida en 27 fechas, la Categoría 2004 festejó una campaña espectacular para gritar por primera vez Campeón en Juveniles.
Hay revanchas que se toman su tiempo, mientras otras historias surgen y van haciendo un nuevo camino al ansiado éxito.
En 2019 la hoy Quinta Campeona era Octava y perdía la final del Torneo por penales ante Lanús. Los rostros de llanto inundaron al plantel, entre los que se encontraban unos jovencitos Santiago Castro, Julián Fernández y Mateo Seoane. Incluso el año pasado en Sexta quedaron 2° a un punto de Boca. Un nuevo sinsabor para seguir sumando bronca.
Para esta temporad, la Primera y la Reserva se llevaron promovieron a unos cuantos juveniles de la camada, pero el material en La Fábrica sigue apareciendo. Porque un equipo es más que la suma de sus nombres y así fue como la Quinta hoy saldó esa cuenta pendiente. Son Campeones, los mejores en lo suyo. Sin dudas.
Hace 15 días goleaban 4-0 a Racing y lo que parecía desencadenar en una fiesta, se postergó porque River, el perseguidor, había ganado sobre la hora luego de ir 0-2. Se entrenaron dos semanas sabiendo que la gloria estaba muy cerca: tres puntos arriba del Millonario y 16 goles a favor ante una posible igualdad en el primer puesto. Prácticamente imposible arrebatarle el título a este equipazo que a lo largo del año tuvo tres entrenadores: Marcelo Bravo, Alan Capobianco y finalmente Patricio Pisano. Al igual que con algunos nombres de futbolistas, cambiaron los DT pero la idea continuó siendo la misma: jugar bien al fútbol.
Hoy ante Banfield, tanto clima de festejo previo "relajó" un poco a los pibes de Vélez. Fue 3-3, pero el Taladro siempre estuvo en ventaja y El Fortín siguiéndolo de atrás hasta que quedaron a mano. El Toro Francisco Ruíz, goleador del equipo con 16 tantos, marcó la primera igualdad. Luego fue el turno Tomás Ponzo para clavar un golazo desde 25 metros y ya en el complemento, otras vez el volante zurdo arremetió en la línea para decretar el resultado.
En esta campaña relucieron nombres que ya venían demostrando su valía: el Capitán y marcador central Jano Gordon, el lateral zurdo Renzo Compagnucci, sumado a la velocidad en ataque que desata Manuel Fernández.
Otros chicos aparecieron y no salieron más del equipo: Tomás Migliore (central) se ofreció como garantía de juego aéreo y tenacidad; en la zona media resultó clave el aporte de Felipe Bussio y de Tomás Ponzo, ambos brillaron en el despligue y la generación de juego. Y arriba toda la potencia de Ruiz y los goles y asistencias de Francisco Montoro. Por supuesto Nahuel Gónzalez cerró el arco, Damián Fernández siempre cumplió en el lateral derecho al igual que Thiago López, de gritos claves para ganar partidos.
También en la primera parte del Torneo hicieron su valioso aporte Raúl Cabral y el canadiense Federico Rose, ambos con 6 goles conquistas. La 2004 suplió con grandes argumentos las ausencias de Christian Ordoñez, Thiago Fernández y Leonel Roldan, habituales en Reserva. ¿Cómo no iban a ser Campeones? Si ante las bajas de nombres importantes siempre encontraron mejores reemplazos.
Así se construyó la historia que derivó en una nueva vuelta olímpica. Las frustraciones sirvieron para redoblar esfuerzos y hoy todos juntos, celebraron un título merecido por calidad individual y grupal, dado que estos jugadores nunca se cansan de buscar el éxito y siempre van por más.