Hace rato que su nombre se instaló en el mundo del "balonmano". De Vélez a la Selección Nacional, hay un camino que no se detiene y que le sigue abriendo puertas y oportunidades soñadas. A sus 19 años, Magalí Alfredi palpita intensamente su próxima experiencia en el sudeste europeo, mientras no deja de gritar goles con la camiseta del Fortín.

Formar parte del plantel de Liga de Honor de Vélez Handball y a su vez jugar en su Categoría Junior, la llevan a esta lateral izquierda a pasar gran parte de los días entre la Sede y el Poli.

"A los 9 años empecé la actividad y me enamoré de inmediato. Con el tiempo traje a mis hermanas y amigas del colegio. Disfruto mucho del deporte y la vida dentro del Club porque veo cómo la familia del Handball te empuja y contiene", asegura convencida.

Sus prometedoras actuaciones bajo techo la llevaron a ser considerada también para la Selección Nacional de Beach Handball, convocatorias que también disfrutó a la par junto a sus compañeras de Vélez Rocío Slaibe y Florencia Gallo, con las que sigue compartiendo tiempo en cancha. Conocer las arenas de Grecia, Brasil y también de diferentes rincones de Argentina, le dieron a Magalí no solo muchos sellos en el pasaporte a tan corta edad, también suficiente recorrido para llegar de la mejor manera al Mundial Indoor Juvenil que se viene en Macedonia del Norte, del 19 al 30 de junio. 

Mientras ejercita la mente y se prepara para el futuro cursando la carrera de Kinesiología, no deja de palpitar el periplo que se avecina sin olvidar de donde salió: "Vélez compite en los rangos máximos del Handball. Cuando nos enfrentan saben que pueden perder, por eso nos respetan un montón desde inferiores. Muchas veces estoy desde las 10 de la mañana viendo jugar a mi hermana que es Cadeta y observo cómo acompaña cada familia, cosa que antes no pasaba. Eso te lo transmite Vélez, sin dudas"

¡¡¡Éxitos en lo que se viene, Goleadora!!! A seguir dejando todo por la Celeste y Blanca y la V en el pecho.