Hay días que no se olvidan más en la carrera amateur (y por qué no profesional) de un futbolista. El primer gol en Inferiores, siempre queda en la memoria. Y más si la conquista llega en el primer año que estás en el Club que te deslumbra, el que te abrió las puertas para cumplir tu gran sueño a futuro. Así lo vivió Ian Ariel Escobar (Buenos Aires, 22-9-2005), uno de los últimos fichajes que tuvo la Novena en su debut en Juveniles. Este delantero zurdo, potente y atrevido, marcó el 2-0 para golear 4-1 a Atlético Tucumán el último sábado, en lo que fue el cierre de la etapa clasificatoria.

Nacido y residente en Villa Ballester, cursa el primer año del Secundario en Capital Federal. Su padre, Alejandro, lo lleva de lunes a viernes a Liniers para que tome el micro rumbo a la Villa Olímpica y lo trae de vuelta para que llegue a tiempo a los estudios. Arrancó con todo el 2019 cuando hizo su arribo a la Institución proveniente de Comunicaciones. "Jugamos un amistoso contra Vélez en febrero, me vieron y me llamaron para probarme y por suerte al primer día, quedé", dice Ian en forma de carta de presentación.

Su estadía en El Fortín comenzó a regalarle lindos momentos en los últimos meses. Antes, un par de dolencias lo postergaron: "Primero, y la lesión más importante, fue en el pie y tuve que usar una bota durante tres semanas. Después, un golpe en la cabeza, me hicieron una resonancia y me dijeron que tenia que estar casi 40 días sin actividad, sólo entrenando liviano". Pero las "buenas" empezaron a llegar. Sumó ritmo en Liga Metropolitana, con goles ante Independiente y Boca, y de a poco fue mechando minutos en AFA, hasta su gol del sábado, luego de anticipar al arquero tras un centro de Benjamín Bosch. 

"Fue una lastima no clasificar a las Semifinales porque le habiamos ganado a todos los de arriba", dice Escobar con cierto lamento. Sucede que ante la igualdad de puntos, y por cuatro goles de diferencia, pasó Lanús a Semis junto a River, el puntero de la Zona A. Algo similar pasó en el primer semestre, cuando un solo conjunto clasificaba a la Final (fue Independiente) y Vélez quedaba 2° en el Grupo. Así es el fútbol a veces, pero la 2005 Fortinera, en su primera temporada en Juveniles, tuvo un año brillante: 19 victorias, 4 empates y 4 caídas, marcas que no se borran pese a haber quedado afuera de la lucha por el título.

Como todo conductor, Hernán Manrique tuvo mucho que ver en el funcionamiento de la Novena. "Palito es un técnico muy positivo que me dio toda la confianza y rescato que a la hora de los partidos me indica las posiciones donde moverme, cuándo presionar y cuando no; eso me ayuda a mejorar el juego", reconoce Ian y agrega sobre su juego que "siempre fui delantero, juegué más tiempo de 9 pero también lo hice de 11 y 7. Me gusta volcarme a la derecha porque puedo arrancar hacia adentro y definir con zurda aunque tambien pateo bien con la derecha".

Admirador de la potencia y capacidad goleadora que ostenta Lautaro Martínez, Escobar va cerrando feliz su primera temporada en la Villa Olímpica. "El cambio es enorme tanto en lo deportivo como en las instalaciones. Si bien Comu le dedica mucho tiempo a los jugadores, no tiene los medios que tiene Vélez. Acá noté que el entrenamiento es mas específico, se trabaja más con la pelota y jugadas tácticas", advierte con la frescura de sus jóvenes 14 años y en el umbral de un sueño enorme que está empezando a descubrir. De noche, apoya la cabeza en la almohada y proyecta sus goles en el Amalfitani. Pero el sábado 9 de noviembre de 2019, quedará sellado como el día que marcó el primero de sus tantos con la V en el pecho, a la espera que muchos más le sigan regalando jornadas inolvidables.